martes, 23 de diciembre de 2014

Una carta amena



…….no puedes asignarle un nombre a lo desconocido. Es como besar sin tocar sus labios, es como amar a una desconocida, a quien nunca has visto, ahora lo entiendes. Es fácil decirlo como si lo hubieses vivido con tus propias carnes pero, lastimosamente no, discúlpame si soy tan frontal pero con los años q llevo conociéndote no te debería sorprender. A tu edad eres bastante ingenuo y se refleja en tus escritos; sí, he leído todos y vuelvo a disculparme por lo q voy a decir pero son un asco; se nota q no lees, o al menos no lo q haces, y si no me equivoco perdiste el hilo de lo q realmente significaba “Hablando con las letras” me defraudaste, en ese descuido, en el instante q quisiste agradar a alguien con tus letras, me defraudaste. Lo sé, se q a nadie le gusta q le restrieguen sus errores como maquillaje en el rostro, así q, si no quieres q venga un desconocido a decirte cosas como esta, ponte pila, y recoge el desastre mental q tienes; no puedo andar a mis anchas como antes, creo q estas madurando e hiciste bien en venir a consultarme sobre mi vida, no te preocupes vas bien, solo cuídate de Bella, no te lo tomes a pecho pero ambos sabemos q la mitad de ella anda por algún lugar de la ciudad, la otra mitad vive conmigo. Así q nada de resentimientos y a seguir escribiendo.

Tu Conciencia  

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