Por q me arropas hermosa soledad, tan fría como siempre.
No me busques en las esquinas, espérame en los tejados de tus sueños, en los cuales suelo aparecer.
Si, en tus sueños; donde nos vemos cuando quieras. Cuando puedas visitame, nos encontraremos en el clímax de tu cintura, tan cruda q no necesita cocinar. Q no necesita ni mirar por q el tacto lo dice todo.
Y solo aquí me expreso libre, entre tus largos jueves de sereno, soy la lluvia q cae por tu ventana y te observa durmiendo.
Tan desprotegida e inocente como mis cursilerías del domingo. Enamorando a cualquier muchacha en el camino.
Soy el lector de tus lecturas, mas mortales q el sica, me asfixias con tu censura y cordura desprotegida.
Hoy soñé como si nada y en esta mente seca, se remojo una poesía para "hablando con las letras"